La flotilla de pacotilla

Janette Novo
Portavoz del Partido Popular en Rivas Vaciamadrid
Estos días estamos viendo cómo la izquierda, pensando en el rédito electoral, se pelea por protagonizar el postureo palestino y está utilizando la situación que viven los gazatíes para tomar las calles y generar confrontación. Palestina es el único tema con el que nos machacan mañana, tarde y noche y se lo disputan los partidos que necesitan sobrevivir políticamente. En el caso del PSOE, asediado por temas judiciales y escándalos políticos, lo usa como eficaz cortina de humo para tapar los casos de corrupción que rodean al autócrata Pedro Sánchez, con su mujer imputada, su hermano imputado, su fiscal general imputado, Ábalos y Koldo imputados… pero no hay bandera palestina que pueda tapar tanta corrupción.
También los partidos que gobiernan en Rivas Vaciamadrid han roto la neutralidad institucional colgando la bandera palestina en el balcón del Ayuntamiento y han traspasado una línea roja al permitir que un alto funcionario de la administración local, vulnerara la imparcialidad a la que le obliga su código de conducta y los principios éticos de los funcionarios públicos, enviando un mensaje amenazante a la directora de un colegio por haber emitido una circular sobre la neutralidad política en el centro educativo. Es lo que pasa con políticos que mienten cuando dicen que abandonan la política y lo que hacen es manejar todos los hilos del ayuntamiento desde un puesto de funcionario fontanero.
A los posturetas de Rivas no les importan los gazatíes lo más mínimo, pero les hemos visto en el aeropuerto recibiendo como héroes a los miembros de la superflotilla. Allí estaban dándose codazos las ministras Sira Rego y Mónica García, Ione Belarra, y nuestra flamante concejala de Más Madrid en Rivas Vaciamadrid, Charo Sandoval.
La flotilla chachi emprendió un viaje para llevar una pírrica ayuda a Gaza, una ayuda que, por cierto, nadie ha visto. Durante la travesía hemos sido testigos de sus fiestas, canciones, bailes y batucadas gracias a las publicaciones de los grumetes instagramers que utilizaron la expedición para generar contenido y aumentar seguidores en redes sociales.
Ellos han ido de crucero, que aún no sabemos con certeza quién lo financió, pero el coste del Buque de Acción Marítima Furor P-46 que les escoltaba lo hemos pagado todos los españoles. Repatriar a los heroicos miembros de la flotilla, que ahora manifiestan haber sido torturados y recibido tratos vejatorios para continuar con su circo, también nos ha costado el dinero a todos los contribuyentes. Pero cuando otros españoles anónimos han sufrido accidentes en el extranjero, han tenido que costearse su repatriación a España porque el gobierno no movió un dedo.
La flotilla farsante solo quería protagonismo porque sabía perfectamente que no iba a llegar a ningún sitio. La excursión ha tenido más que ver con la propaganda ideológica que con la solidaridad humana. Se han pegado unas vacaciones en el mar y encima les hemos tenido que pagar el avión de vuelta. Ya que estaban allí, podían haberse quedado a trabajar en la reconstrucción de Gaza, ahora que se ha alcanzado un acuerdo de paz, pero el trabajo no es lo de estos valientes marineros.
La izquierda no entiende la dimensión de lo que estamos viviendo, que es el fin de un conflicto que dura 77 años. Se han movilizado actores regionales, incluyendo tradicionales enemigos de Israel, para crear un nuevo mapa geopolítico. Un punto clave fue la reorientación de Qatar, que abandonó su apoyo tradicional a Hamás, facilitando la estabilidad. La debilitada estructura militar del grupo terrorista y la pérdida de apoyo popular palestino hacen que el acuerdo de paz tenga una base sólida y que la desradicalización y la coexistencia sean posibles. Confío en que estamos ante un proceso irreversible de paz en la región y la alianza de antiguos enemigos de Israel representa un cambio histórico profundo. Pero Pedro Sánchez se ha quedado fuera de la historia.
Hamás es el responsable de la masacre del 7 de octubre y de la guerra posterior, y además es el responsable directo de su duración al negar el regreso de los secuestrados en los túneles de Gaza. ¿Qué intereses tenían los activistas de izquierdas que han liderado la flotilla? Desde luego no era la paz al dirigir su odio hacia Israel, blanqueando a los grupos yihadistas que dominan Gaza y que han sometido y reprimido a la población durante años, banalizando los actos terroristas que ha cometido Hamás y convirtiendo a las víctimas del 7 de octubre en victimarias del conflicto.
Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, ha dicho que con Hamás no hay salida para los palestinos. Y los actos llevados a cabo por la flotilla no van en favor de los palestinos, sino en favor del liderazgo de Hamás, lo que es una catástrofe para el futuro de los palestinos.
Es un esperpento que al mismo tiempo que se abre una esperanza para la paz, avalada por todos los países musulmanes de la región, la izquierda continúe con la misma letanía. Es patético que, con la situación que tenemos en España, los sindicatos hayan convocado una huelga general para el día 15 de octubre, no contra el Gobierno corrupto de Pedro Sánchez sino contra Israel… no contra el Gobierno inmoral de Aída Castillejo, que ha roto la Mesa General de Negociación y que quiere blindar a sus amigos en puestos de coordinación, sino contra Israel.
Es triste y mezquino ver cómo la izquierda se ha aprovechado de un conflicto trágico por intereses políticos e ideológicos. Es evidente el uso propagandístico de la causa palestina y ahora ya sabemos que la flotilla ni siquiera llevaba ayuda humanitaria porque ese nunca fue su objetivo. Unos políticos en horas bajas han impuesto la demagogia populista por encima de la realidad, validando a los culpables para eternizar el conflicto. No les interesa ningún acuerdo de paz porque acabada la guerra, se les acaba la propaganda.
Los políticos municipales deben dejarse de postureo y palestinismo electoral, los concejales deben preocuparse más de lo que pasa en casa que de lo que pasa en Gaza. Lo nuestro es Rivas y los ripenses nuestra prioridad.