“Volví a hacer deporte, y sin dolor”: las experiencias que avalan a Micore en Rivas Vaciamadrid
En Rivas Vaciamadrid, son muchos los vecinos que comparten una misma historia: un dolor que no se iba, una lesión que limitaba su día a día o la sensación de no poder volver a moverse como antes. En el centro de fisioterapia Micore, dirigido por Miguel Padrino, esas historias han cambiado de rumbo. Lo cuentan los propios pacientes, que destacan no solo la recuperación física, sino también la mejora emocional y la confianza que han ganado a lo largo del proceso consiguiendo su objetivo final: volver a su vida de forma habitual y a su deporte, sin dolor y sin miedo a poder sufrir dolores o lesiones.
“Llegué con una fractura de tibia y peroné, y tras varias sesiones con Miguel no solo recuperé la movilidad, sino también la seguridad en mí misma”, cuenta una de sus pacientes. Su testimonio resume bien lo que muchos destacan: un tratamiento que va más allá del masaje o la técnica, donde el acompañamiento y la escucha son parte del proceso de curación.
Otro vecino recuerda cómo acudió a micore por un dolor de cuello que arrastraba desde hacía meses. “Desde el primer momento, Miguel supo identificar el origen y trabajar sobre ello. Me explicó lo que estaba pasando y me dio ejercicios para hacer en casa. A las pocas sesiones, el dolor había desaparecido.”
Después de la sesión y siguiendo sus indicaciones, ha desaparecido el dolor. Se nota que le importa realmente la recuperación del paciente.
Lo recomiendo totalmente, tanto por la eficacia del tratamiento como por el trato humano. Sin duda volveré si lo necesito en el futuro.
( Miguel ) se tomó el tiempo necesario para entender mi situación y me brindó un tratamiento muy efectivo. Me siento mucho mejor y puedo volver a hacer mis actividades diarias sin dolor. Recomiendo 💯.
Dada su experiencia y conocimientos, Miguel tiene mi total confianza
Recuperar el movimiento… y los hábitos saludables
Cada paciente llega con un punto de partida distinto, pero todos coinciden en algo: el progreso es palpable. Miguel Padrino no solo alivia el dolor, sino que busca transformar los hábitos que lo generan. “Te enseña a entender tu cuerpo, a moverte mejor y a prevenir futuras lesiones”, señala otro paciente que sufría molestias en la espalda desde hacía años.
Uno de los casos más significativos es el de Marjan, que llegó tras una fractura múltiple de tobillo. “Pensé que no volvería a caminar con normalidad, pero Miguel me devolvió la esperanza. Me trató con paciencia, adaptó los ejercicios a cada fase y hoy puedo hacer vida normal.”
También hay quienes se acercan al centro buscando bienestar más que rehabilitación. Alba, vecina de Rivas, destaca el efecto de las sesiones en su día a día: “Después de cada sesión siento que mi cuerpo gana libertad, lo que me ayuda a estar más relajada y a reducir el estrés.”
Este enfoque integral, donde cuerpo y mente se tratan como un todo, es una de las señas de identidad de micore. Miguel combina la fisioterapia manual con educación en movimiento, ergonomía y hábitos saludables. Así lo resume otro paciente: “No se limita a tratar el síntoma; busca el origen y te da herramientas para que tú mismo puedas mantener la mejoría.”

Un espacio de confianza en Rivas Vaciamadrid
Ubicado en Rivas Vaciamadrid, el centro micore se ha consolidado como un referente local gracias a su atención personalizada y a la implicación directa de su fundador. “Miguel se toma el tiempo necesario para entender lo que te pasa. Cada sesión es distinta, adaptada a cómo te encuentras ese día”, comenta una paciente habitual.
El espacio, moderno y tranquilo, ayuda también a crear esa sensación de confianza y bienestar que mencionan todos. Carmen, otra de las pacientes, lo describe así: “La consulta es muy limpia, el ambiente relajante, y lo más importante: notas que de verdad se preocupa por ti, no solo por tu lesión.”
Para muchos vecinos de Rivas, micore se ha convertido en el lugar donde recuperarse, aprender a cuidarse y volver a disfrutar del movimiento sin miedo al dolor. Un sitio donde las historias de mejora son reales, y donde cada avance, por pequeño que sea, se celebra como un paso más hacia la calidad de vida.












