Esther Acebo regresa a sus raíces teatrales con su debut en el auditorio Pilar Bardem

Esther Acebo regresa a sus raíces teatrales con su debut en el auditorio Pilar Bardem

La actriz Esther Acebo, conocida internacionalmente por su papel en La casa de papel y vecina de Rivas Vaciamadrid desde 2022, vivirá el próximo 13 de diciembre de 2025 una noche especialmente significativa. Por primera vez actuará en el auditorio Pilar Bardem, un escenario que hasta ahora había disfrutado únicamente desde el patio de butacas y que ahora se convierte en el lugar donde cerrará su año artístico.

Acebo interpretará a Evelyn en la obra Una cuestión de formas, un montaje dirigido por Andrés Rus que comparte con un elenco muy vinculado a la ciudad: Bernabé Fernández, Lluvia Rojo y Chema Coloma. La adaptación del texto original de Neil Labute corre a cargo de Elda García-Posada.

La actriz atiende la llamada mientras rueda en Tenerife Radicales, el próximo thriller de José Ángel Bohollo, en jornadas maratonianas de rodaje. Desde allí reflexiona sobre su relación con Rivas, su carrera y el papel que el teatro sigue teniendo en su vida.

Rivas, un hogar buscado y encontrado

Acebo se instaló en Rivas en 2022, animada por su familia y motivada por la llegada de su hija. “Nos animamos por la calidad de servicios e instalaciones, especialmente pensando en clave familiar”, explica. Y asegura que las expectativas no solo se han cumplido, sino que han sido superadas.

Vive rodeada de naturaleza, acompañada por sus tres perros, y disfruta de espacios como el parque Bellavista, el cerro o las lagunas. “Cerca de casa, tienes pulmones verdes maravillosos.”, destaca. Con el paso del tiempo ha hecho comunidad: familias del colegio, grupos de entrenamiento y amistades que han arraigado con naturalidad.

La función del 13 de diciembre, además, será especial por otro motivo: cerrará la gira de la obra tras un recorrido que ha superado todas las previsiones. Lo que empezó como unas semanas en el Teatro Infanta Isabel se convirtió en varios meses en el Lara y numerosos bolos por todo el país.

“El teatro ha sido el espacio donde me daba la libertad que no encontraba en otros ámbitos”

Aunque la popularidad llegó con La casa de papel, Acebo recuerda que su relación con las artes escénicas empezó mucho antes. Con 4 años pisó por primera vez un escenario y, a los 17, ya sabía que su vocación era el teatro. Sin embargo, la interpretación convivió durante años con su formación universitaria en Ciencias del Deporte y sus trabajos como docente y en programas de rehabilitación.

Reconoce que en la infancia sufrió burlas en el colegio por su físico, y que fue precisamente el teatro el lugar donde encontró refugio: “Me relajaba, me sentía a gusto”. A día de hoy, con 42 años, ese vínculo sigue intacto: “Sigue siendo el lugar seguro. La escuela. El sitio del aprendizaje y la exploración, donde disfrutar de la sensación de una red que te sostiene. Y acercándolo a los tiempos actuales, lo más parecido a la experiencia del mindfulness o meditación. De los pocos lugares que afortunadamente te exige estar aquí y ahora. El ruido y todo lo demás se apagan. No hay móviles ni otras preocupaciones. Estás viviendo y contando una historia. No hay nada más. Y eso, hoy, es un regalo.”.

Pese a su trayectoria audiovisual, Acebo lo tiene claro: siempre volverá a las tablas: “Es la que menos dinero te aporta. Pero te enriquece el alma como ninguna.”.

Entre la exposición pública y la responsabilidad social

Con casi cinco millones de seguidores en Instagram, la actriz reconoce que la visibilidad tiene un coste. Habla de la presión, de la necesidad de marcar límites y de las consecuencias de posicionarse públicamente en temas sensibles, como el conflicto en Gaza. “Estamos en tiempos complicados, en los que ya se me ha cuestionado en más de una ocasión por qué, por ejemplo, me significaba tan a menudo con el genocidio en Gaza»”, afirma.

Recuerda que el mundo vive momentos de gran tensión y desigualdad, y que el impacto emocional es inevitable: “Abres tu Instagram, ves a tu amiga con una obra de teatro y a continuación la infancia muriendo en Gaza. O la policía en EEUU separando familias por papeles de migración. Sé que no puedo cambiar todo eso, pero, joder, hacer un pequeño movimiento, si puedo hacerlo, lo hago. Es lo mínimo. Y me siento hasta ridícula diciéndolo, porque yo no soy nadie. Pero cómo no vas a denunciar”.

De regreso al Bardem, donde empezó todo

Aunque será su primer papel como actriz en el Pilar Bardem, no es su primera vez en el escenario municipal. En 2017 participó en el Festival de Cine de Rivas con el cortometraje Baraka, que obtuvo el premio a mejor dirección y llegó a estar nominado a los Goya. “Fue la primera vez que pisé el auditorio Pilar Bardem. Aún no vivía en Rivas. Recuerdo la ilusión de decirle a mi hermano: voy a tu pueblo”, recuerda.

Ahora, casi una década después, vuelve al mismo auditorio para cerrar un ciclo que mezcla trayectoria profesional, vida personal y arraigo en su ciudad.

Redactora

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